La filosofía del coaching: Sacando el potencial de las personas
Cuando pienso en el coaching parto de mis experiencias personales, de qué significa el deporte y la actividad física para mi y qué me entregó en esa etapa de desarrollo. Me enseñó a valorar el trabajo en equipo y las metas colectivas. Creo que la actividad física tiene un poder transformador sobre las personas que va mucho más allá de lo físico ya hace referencia a valores fundamentales. Existe, a su vez, la capacidad de inspirarnos y apoyarnos unos a otros a través del deporte.
Como coach, mi principal búsqueda es llevar a mis atletas a disfrutar el proceso, a utilizar cada sesión de entrenamiento como una pieza en la construcción de algo mucho más grande. Aprender a celebrar las metas, por más pequeñas que sean, pero no perder el foco en el objetivo principal. Disfrutar de una vida en movimiento es el regalo que le entregamos a nuestra salud.
Ayudar a las personas a encontrar su máximo potencial; que esto les permita alcanzar sus metas de vida.
Creo en la importancia de construir una relación estrecha entre coach y alumno. Esta relación de confianza es fundamental para el desarrollo de las personas. Sin este factor no se puede lograr nada. Es responsabilidad del coach lograr conectar con cada uno de sus atletas para poder llevarlos a través del proceso. Creo fundamental el cultivar una comunicación abierta y que fomente la exploración y la curiosidad junto al atleta. Hacer parte del proceso de aprendizaje a cada uno de los atletas/alumnos/usuarios genera un mayor compromiso y adhesión al deporte. La constancia es el principal objetivo
El estilo de coaching siempre buscará ser cercano manteniendo el foco en entender la asimetría de la relación. Tu coach no es tu amigo, es tu guía, es aquel que te va a mostrar con respeto cuando te desvías del camino y que te va ayudar a encontrar y construir tu propio camino. Esto se desarrolla a través del respeto mutuo.
El estilo de coaching parte desde el ejemplo, desde un liderazgo que no sólo muestra el camino, sino que lo recorre junto a ti. Buscamos entender la actividad física como un juego infinito de desarrollo continuo, dónde la principal meta es disfrutar. Esto lo mostramos desde nuestras palabras a nuestras acciones. Somos los referentes de lo que buscamos transmitir.
Definimos el éxito de nuestro estilo de coaching cuando logramos construir una relación interdependiente que le entrega autonomía y empodera a nuestros alumnos sobre su fitness y salud. Crear alumnos que puedan hacerse cargo de su salud y disfrutar del proceso.
En estas líneas utilizo la palabra atleta y alumno. Ambas hacen referencia a lo mismo. Un atleta es una persona que tiene un cuerpo; no responde a sus capacidades física o nivel de desarrollo de esta. La palabra atleta profesional es una muy lejana a lo que busco y que responde a otras motivaciones que en lo personal no comparto. Un alumno es todo aquel que intencionadamente se involucra en un proceso de aprendizaje.
Las ideas están un poco desordenadas, pero el objetivo es noble y claro. Ayudar a otros, entregarse a otros y acompañar a otros. Abandonar nuestro propio ego para poder inspirar cambios en aquellos que guiamos