A una interacción del fracaso o el triunfo
Durante el 2023 tuve la suerte de asistir a una convención de Gimnasios y centros deportivos en Chicago. Dentro del evento había una instancia para entrenar con un connotado atleta de CrossFit y que en la actualidad tiene su propia franquicia de fitness. El personaje en cuestión es Jason Khalipa. Me pareció una entretenida oportunidad y decidí inscribirme. El evento consistía en un entrenamiento que iba a ser liderado por él.
El entrenamiento fue bastante entretenido. Nada tan especial la verdad. Sí debo decir que la energía y entrega en la clase fue fenomenal. Pero principalmente me quedo con todo el trabajo de "mindset" que desarrollaba dentro del entrenamiento. Durante toda la hora de trabajo se enfocaba mucho en como te ibas sintiendo y como debías ir hablándote durante el trabajo. Me pareció una muy entretenida forma de coachear y después de 6 meses de la actividad la sigo recordando como algo especial.
Ahora si hay algo que me quedó muy grabado del evento fueron las palabras de Jason al principio de la jornada. Dijo algo como "siempre recuerden que están a una interacción de estropearle la relación con la actividad física a una persona para toda la vida".
Por lo general, como entrenadores/coaches nos toca presenciar estos procesos transformadores que nos llenan de orgullo. Que nos hacen sentir que nuestro trabajo realmente tiene un impacto superlativo. Vemos la otra cara de la moneda, de aquel que logramos impactar de manera positiva. Pocas veces vemos el "daño" que podemos haber hecho en el camino. Y por sobre todo entender la responsabilidad que tenemos en esto.
Nuestra responsabilidad como coaches
No somos perfectos como coaches y debemos entenderlo. Pero por sobre todo debemos entender que tenemos una enorme responsabilidad. Sabemos lo difícil que es para todos mantenernos en movimiento. Lo difícil que resulta para aquel que lleva sin moverse muchos años el volver a ponerse en movimiento, acá es dónde nuestra función es fundamental. Acá es donde requerimos de empatía, de comprensión, de apoyo. Acá es dónde pasan a ser relevantes las habilidades tan mal llamadas blandas, que son las que pueden lograr romper el círculo vicioso del sedentarismo y empezar a poner en marcha el círculo virtuoso del movimiento, del bienestar.
Todos cometemos errores, pero debemos ser conscientes de ellos. Debemos aprender a controlarlos y también debemos ser claros de sus implicancias.
Si estás cansado, si estás frustrado en tu posición de coach, recuerda, estás a una interacción de que una persona pueda cambiar su vida para bien o pueda dejar la actividad física para siempre. Ese resultado está en tus manos, está definido por tus capacidades, por tu profesionalismo, que realmente te importe lo que haces.
La próxima vez que un alumno llegue tarde, la próxima vez que veas a ese alumno desmotivado, desganado, frustrado, recuerda que tienes el poder de cambiar eso, puedes ayudar a una personas a revertir eso. Todos necesitamos de ayuda, de apoyo en el camino. Vivir una vida activa es difícil, pero sabemos que más difícil es vivir una vida enfermo.
Mi deseo es que como coaches logremos ser más empáticos y nos tomemos nuestro trabajo con la responsabilidad que conlleva el saber que podemos generar un impacto positivo o negativo, es nuestra responsabilidad.